DIA 14
(Miércoles 16 de Septiembre)
9:00- Ya estamos levantados y en el comedor del Hotel, en una mesa frente a uno de los canales, tomando un desayuno muy rico, similar al nuestro. Está nublado y han comenzado a caer algunas gotas de lluvia.
Estuve averiguando algunas cosas sobre la Basílica, a la qe tenemos pensado visitar hoy.
BASÍLICA DE SAN MARCOS
Está coronada por cinco enormes cúpulas. Es la tercera que se alza en el lugar para recibir el cuerpo de San Marcos (Siglo IX); la primera fue destruida en un incendio, la segunda, derribada en el Siglo XI para construir la que hoy vemos (1063-1094) En 1807 se convirtió en la catedral de Venecia, reemplazando a su antecesora, San Pietro.
Salimos bajo el único paraguas que hemos traído, y llegamos hasta la Piazza San Marcos que ya a esta hora de la mañana está atestada de gente bajo las galerías que la rodean.
Una interminable fila de turistas de todas las nacionalidades, esperan pacientes para poder ingresar en la Basílica…Como nosotros no tenemos “tanta” paciencia, decidimos perdernos la visita, antes que estar en medio de una muchedumbre mojada y bulliciosa.
Nos encaminamos entonces hacia los negocios de máscaras, para llevarnos alguna de recuerdo, y compramos también algunos regalitos. Me encanta el negocio de Bartolucci (aunque debiera llamarse Gepetto), donde confeccionan y venden Pinochos de maddera. Le llevo uno a Chiarita.
La lluvia se hace cada vez más intensa y con nuestro único paraguas, por más romántico que sea, nos estamos mojando hasta los huesos. Oportunamente aparece un vendedor (de paraguas, claro) que no se equivoca al elegirnos como clientes… Compramos uno con la estampa de la Basílica y seguimos el recorrido.
Sintiéndonos más protegidos ahora, decidimos cruzar la Piazza para acortar camino. A esta altura, y con el agua caída hasta el momento, la plaza está inundada en grandes tramos,así que trato de seguir los pasos de Dany, que va con seguridad delante de mí.. Lo que no tengo en cuenta, es que sus zapatillas son como dos botes a prueba de todo…mientras que las mías, parecen más aptas para una clase de danzas clásicas que para chapotear en los charcos…y zás! Metí ambos pies en el agua!
No queda otra que regresar al hotel a secarme! No soporto el plash, plash de mis pies empapados!
Aquí estamos, en la habitación del Centauro, cambiando de calzado y utilizando el secador de cabello para mis zapatillas…Dany insiste en averiguar si las lanchas de pasajeros salen igual con lluvia…A mí, sinceramente, la perspectiva de andar por el agua, bajo el agua, no me atrae demasiado…
Ya veremos qué cosa haremos!
Escucho truenos!!! Brrr!
Volvemos a salir “bajo la lluvia”…como Fred Astaire y Ginger Rogers en “Singing in the Rain”.
Destino incierto, pero tomamos el camino opuesto al ya conocido como para “explorar” un poco más Venecia. Me hubiera gustado hacer el paseo en góndola, pero hoy no saldrán debido a la lluvia . Me da un poquito de tristeza verlas, tan quietas y tapadas con lonas impermeables! Quedarán para otro viaje, al igual que la Basílica.
Cruzamos por un puente el Rialto y seguimos en nuestro periplo. La lluvia es cada vez más intensa y el hambre aprieta, así que entramos en una cantina, de no sé muy bien qué calle, pero es un refugio ideal para este día, además de oler a comida casera!
Luego de un rico almuerzo, nos quedamos un rato más tomando un café para ver si deja de llover…
No paró!...por lo que continuamos nuestra expedición a la tierra del Nunca Jamás…nunca jamás encontrar el Hotel…! Aunque Dany no quiere reconocerlo, yo creo que nos hemos perdido! Yo suelo tener serios problemas de orientación, (si entro por ejemplo a una galería, al salir, no ubico para qué lado debo ir) Pero lo mío es crónico, por eso siempre confío en Dany como el capitán en su brújula…pero ésta vez, creo que el capitán perdió el Norte!
Cómo llegamos hasta acá? Ante nuestros ojos, una Terminal de Micros!!!... los primeros vehículos terrestres que vemos en toda Venecia!! Por primera vez Dany reconoce a duras penas que estamos “perdidos”y decide preguntar…Dicen que preguntando se llega a Roma…aunque en nuestro caso, logramos volver al Rialto y tomar una lancha de pasajeros que nos deposita en el embarcadero al otro lado de la orilla.
Al bajar de la lancha, caminamos “directo” al Hotel…aunque no es tan directo, ya que un giro equivocado nos hace desviar algunas cuadras…
Final Felíz! Encontramos el “Centauro”…que a esta altura más bien debiera llamarse el “Anfibio”.
Ahora nos reímos, leyendo este diario, mientras se seca mi segundo par de zapatillas, pero fue una jornada bastante complicada por no decir húmeda!! Esperamos que ahora sí pare de llover, para irnos más tarde a cenar y despedirnos de Venecia.
Nuestros ruegos fueron escuchados, paró de llover! Son las 19.00 hs y estamos buscando un ciber. En casa deben ser las 2 de la tarde y queremos saber de los chicos, comunicarnos con el “otro mundo”…no es brujería eh?...solo avance tecnológico!
Una buena noticia: Nos llegó un mail de TGV, la compañía de trenes, diciendo que nos devuelve el importe del tren que perdimos en Amsterdam…€ 50.- Algo es algo! Bien por TGV!
Vemos a Kiki por la webcam, dice que nos extraña mucho y está contando los días que faltan para vernos…Mi chiquita!! Yo también te extraño un montón!
Saliendo del ciber, caminamos un buen rato y nos metemos en un lindo restaurante atraídos por el “tiramisú” que posa orgulloso en la vidriera…
Excelente comida, el postre era lo que pintaba…y los precios, en fin, una probable indigestión!
De regreso al Centauro, sacamos las últimas fotitos nocturnas de Venecia. Haciendo un cálculo entre las que bajamos al CD y las que están aún en la cámara, ya llevamos sacadas unas 666 fotos…mmmm qué número siniestro!
23:30 hs- Estamos terminando de armar nuestras valijas. Mañana bien temprano cruzaremos el Rialto para tomar el tren que nos llevará a Florencia!
Aunque Venecia nos recibió con mucha lluvia, nos queda un hermoso recuerdo de este romántico rincón en el mundo!
Adío Venezia!! Ciao Firenze!
Continuará…
